Recordamos hoy, un año despues, el terrible atentado terrorista de Barcelona del 17-A en 2017, que se saldó con 16 fallecidos y más de 130 heridos, todos ellos víctimas inocentes de la barbarie .
Desde que Al Qaeda irrumpió en el imaginario mundial con los atentados del 11 de septiembre en New York, todos los musulmanes del planeta hemos tenido que hacer un ejercicio de introspección intentando comprender como es posible que un pequeño grupo de personas que se consideran a sí mismas musulmanas, encuentren en la Revelación o en la sunna del Profeta Muhammad (pyb), justificación para actuar de manera violenta y arbitraria matando a inocentes en todo el planeta. Y entre todas las víctimas, miles de musulmanes sobre la base de una supuesta interpretación de textos religiosos, y con el viejo argumento de que eso nos va a salvar, a redimir.
Hemos tenido que realizar un largo recorrido para poder hacer distancia de todo ese sin sentido y poder expresar con energía y fortaleza, que ni ellos, ni sus acciones tienen nada que ver con nuestra fe, con nuestros valores y convicciones, en definitiva, nada que ver con el Islam.
Junta Islámica fue de las primeras entidades religiosas que firmó un dictamen religioso (fatwa) declarando a estas organizaciones y a sus miembros fuera del Islam, pues ni su argumentario ni sus actos, guardan relación alguna con la práctica espiritual de la Revelación Coránica, ni con las enseñanzas del Profeta Muhammad (pyb).
Hemos condenado una y otra vez dichos actos, como si de alguna forma tuvieran que ver con el día a día de cualquiera de nosotros y nosotras, y lo hemos hecho como muestra de solidaridad con todas las víctimas de esa barbarie, intentando que la sociedad comprendiera que esas acciones de terror, no tienen nada que ver con ninguna de nuestras creencias, y que nuestro espíritu de convivencia y de paz, está por encima de cualquier construcción artificiosa e interesada de una práctica espiritual milenaria.
Hemos dado por perdida alguna batalla, en especial la del lenguaje, quizás para siempre, con conceptos como el yihad referido mayoritariamente en las referencias coránicas al esfuerzo personal de cada creyente empeñado en mejorar su conducta tanto individual como colectiva, quedando el término asimilado al de “guerra santa”, creado e impulsado en la edad media por los cruzados católicos en la conquista de los santos lugares.
También parece que va a ser complicado que deje de usarse el término terrorismo yihadista o islamista, o aún peor, islámico. Todo obviando que detrás de estas personas que realizan acciones de terror, existe una ideología política, unos intereses económicos e incluso oscuras maniobras que han utilizado estas ideologías para favorecer posicionamientos territoriales, control de energías y presión para sus oponentes en la pugna por el control de la globalización. Estas organizaciones tienen nombre propio, Al Qaeda, Isis, Daesh, ete., y así habría que denominar este terrorismo y a las personas que lo practican.
Pero muchos y muchas musulmanas no estamos satisfechos solo con condenar, actuamos para prevenir que los discursos ideológicos encubiertos de religión no penetren en las mentes poco formadas de los jóvenes de nuestras ciudades y pueblos. Colaboramos con la justicia para impedir que los difusores de estos mensajes puedan acceder a las comunidades y grupos que conviven pacíficamente en entornos cada vez más diversos, ayudamos a desarrollar estrategias que permitan una gestión de la diversidad democrática y justa. Y todo ello, soportando los discursos de la derecha más radical que insiste en señalar al Islam y a los musulmanes como la clave de todos los problemas de nuestra vieja Europa, fomentando la islamofobia como herramienta política, sobre el vacío de autenticas propuestas para mejorar la convivencia en nuestro país y en nuestro entorno.
En este día de recuerdo del atentado de Barcelona, Junta Islámica se solidariza nuevamente con las víctimas, nos sentimos unidos a toda la sociedad que defiende la paz y la convivencia desde la riqueza que aporta la diversidad, y anima a todos los musulmanes y musulmanas del planeta a trabajar activamente por la paz, los defensa de los valores universales y el trabajo conjunto para que la convivencia sea el único eje que vertebre nuestras sociedades.