﷽
Las entidades abajo firmantes de este comunicado conjunto queremos expresar, en primer lugar, nuestro dolor y nuestras condolencias a la familia Abbas por el cruel asesinato de Arooj y Anisa ocurrido en Pakistán hace unas semanas. Un crimen denominado de «honor» que saca la peor parte del ser humano. Un hecho que, desafortunadamente, empaña la convivencia y no tiene encaje ni en la ley de Allah, la sharía, ni en la ley civil española ni en los derechos humanos que nos rige en nuestro día a día.
Este es un hecho terrible que nada tiene que ver con el Islam ni con su praxis espiritual. En situaciones como esta opera el machismo que, tantas veces, impregna la cultura. Una actitud que nuestro din rechaza de lleno: «No cabe compulsión en el din» (Corán, 2: 256) se nos dice en el Libro de Allah. El islam y la Sunna invitan a vivir pacificados (salam), en plenitud y conciencia (taqwa) tanto a hombres como a mujeres. Se nos dice: «No permitiré que las acciones de ninguno de vosotros se pierdan, pues lo mismo es varón que hembra, el uno es como el otro» (Corán, 3: 159). Es en esa igualdad donde tenemos que construir lo que nos recuerda el Corán Generoso en Sura al-Nisa: «¡Vivid junto a vuestras esposas con dulzura!» (Corán, 4: 19). La dulzura es mutua y no puede verse empañada por injusticias provenientes de las costumbres ni de ideas externas a lo que Allah, Altísimo, ha dictado para nosotros.
El profeta Muhammad ﷺ nos enseñó el valor de la libertad y el respeto, un adab que bien supo ejercer a lo largo de su vida. Decía nuestro Profeta ﷺ en uno de sus hadices: «El mejor de vosotros es el que es mejor para su mujer, y yo soy el mejor de vosotros para mis mujeres» (Sunan Ibn Majah, 1977). En su Sunna siempre hubo un espacio para el matrimonio consciente y eso se ha manifestado en el fīqh. Las condiciones para un matrimonio islámico son que los contrayentes sean libres, cosa que tendrán que ratificar los testigos, y que acepten voluntariamente. Es la voluntad de los contrayentes la que construye un matrimonio que se bendice ante Allah, Altísimo y Majestuoso. Tampoco debe ser puesta en duda la honorabilidad de la mujer por meros caprichos culturales, pues nos recuerda el Corán: «Pero aquellos que acusen a una mujer honrada sin aportar cuatro testigos que ochenta veces sientan en su piel el vergonzante dolor y jamás volváis a aceptar su testimonio… Esos… ¡que perversos son!» (Corán 24: 15).
Por ello, queremos condenar toda violencia que se ejerce desde este marco, la cual omite lo que Allah, Altísimo, y su noble Mensajero ﷺ han prescrito para nosotros como forma de vida. Una omisión que choca con las leyes que garantizan la convivencia y el buen vivir de toda la ciudadanía. Hacemos du‘a por Arooj y Anisa Abbas así como por su familia para que Allah, Altísimo, alivie su dolor. Y nos comprometemos, desde nuestra posición, a realzar los valores de igualdad, respeto y convivencia que deben regir nuestras vidas.
En Granada y Córdoba, a 29 de mayo de 2022 / 27 de Shawwal de 1443h
Las juntas directivas de FEME, Junta Islámica y FECIM.