La noticia del pronunciamiento del TS de Justicia de la UE sobre el sacrificio religioso viene a sumarse a las anteriores todas encaminadas a limitar los derechos fundamentales de la ciudadanía musulmana y judía en la UE. En dichos pronunciamientos, todos ellos promovidos por los grandes lobbies pro-animalistas junto a multinacionales veganas, buscan eliminar el consumo de carne animal de nuestra dieta para hacernos consumidores dependientes de sucedáneos industriales y complementos vitamínicos, no por una cuestión de salud sino por influencia y afán lucrativo. Algo que ha encontrado eco en algunas ideologías en los extremos políticos que buscan cuestionar la diversidad y la libertad individual. Toda esta batalla se está llevando a cabo al margen de una investigación científica sólida, algo que un gran número de consumidores da por bueno sin contrastarlo previamente.
Tanto el sacrificio Halal como el Kosher ostentan una consideración, dada su naturaleza de ritual religioso, que no se acaba en un simple proceso industrial. El respeto a la naturaleza de los animales a través del ritual de sacrificio se realiza desde un profundo respeto al ser vivo que va a ser sacrificado para nuestra alimentación, y por supuesto desde la consideración a SU naturaleza como ser vivo creado.
El animalismo está humanizando la naturaleza de los animales, a la par que deshumaniza la nuestra como especie, equiparando supuestos de sufrimiento animal a las percepciones humanas. Los tipos de aturdimiento impuestos en la UE no son nada beatíficos —si atendemos a los parámetros del pensamiento animalista-especista— con procesos que incluyen las descargas eléctricas que descoyuntan a los corderos o las balas retráctiles que penetran en las cabezas de las terneras, etc. No se trata de menospreciar ni ser crueles con la naturaleza animal, se trata de reconocer y respetarles en SU naturaleza que no es la humana.
El concepto de igualdad animal es plenamente insostenible en el equilibrio propio de la naturaleza ya que acabaríamos exterminando a toda la cadena trófica a los predadores al no permitir a otros animales cazar o ¿acaso esta igualdad animal solo afecta a los herbívoros?
La vulneración de los derechos alimentarios de las minorías religiosas por el hecho de serlo, motivadas por cuestiones ideológicas, supondría una vergonzosa vulneración de los derechos y libertades fundamentales consolidados durante las últimas décadas. Comenzando por esto y no sabemos con certeza donde nos podría conducir pero sin duda empeorarían la convivencia y la construcción de las sociedades diversas. Insistimos, más estudios científicos y menos ideología interesada.
Córdoba, 22 de diciembre de 2020
Junta Islámica · Federación Comunidades Islámicas Ibn Masarra (FECIM)