Las chuches halal son un nuevo triunfo del mercado halal. ¿Cuántas veces hemos temido que lleven gelatinas de origen porcino? Pues con la certificación halal esto se ha acabado, ha sido una dulce victoria. Los consumidores pueden estar tranquilos, ya no hay problemas.
El desafio de las chuches halal
Hasta hace poco tiempo nadie pensaba en chuches halal. Las chuches eran chuches y si querías endulzarte pues no quedaba otra que comerlas. Sin embargo en nuestra comunidad musulmana suponía un riesgo, siempre había quien dudaba de los ingredientes.
La cosa era obvia, las golosinas usaban como ingrediente principal gelatina de origen animal. A esto se le añadía una larga lista de ingredientes muy difíciles de entender si no se conocía la industria. ¡La pequeña gominola que nos comemos es un prodigio de la química y de la tecnología de los alimentos!
Pero el hecho de usar ingredientes no certificados halal hacía siempre dudar. ¿Estaré tomando un producto que es halal (lícito)? Ante esta disyuntiva mucha gente no sabía que hacer. En países que tienen una minoría musulmana, como el nuestro, muchos padres recomendaron a sus hijos no tomar estos caramelos, un pequeño sacrificio para evitar tomar algo haram, sin embargo el problema vino de países de mayoría musulmana.
Chuches halal para un mundo globalizado
En un mundo globalizado como el nuestro, los hábitos de consumo siempre son transnacionales. La publicidad y las redes sociales hacen que los productos no solo sean más dinámicos sino mas apetecibles. Así que imaginaos un mercado como el indonesio con casi doscientos millones de consumidores ¿No tenían derecho a disfrutar de ello?
De esa forma, el halal tocó al sector de dulce y este, finalmente, tuvo que responder ante un inmenso mercado de mil quinientos millones de consumidores potenciales. Un disfrute compartido por tantos consumidores y un buen negocio para las empresas del sector. Pero ¿cómo se adapta esta producción al mercado halal?
La clave de las chuches halal está en la trazabilidad
Como en cualquier producto certificado la clave está en la consecución del certificado halal por parte de la empresa. Este garantiza que un producto es lícito según la sharia (ley islámica), controlándose los puntos críticos que puedan tener. En este caso el más evidente es la gelatina que para la producción halal es de bovino en vez de porcino.
Para obtenerlo se realiza un proceso de auditoría donde se realiza un control técnico y religioso a la producción y a la empresa. Y como siempre en halal un punto central es la trazabilidad. Este es un proceso por el que controlamos el origen de todos los ingredientes y podemos reconstruir cada fase de fabricación. Gracias a ella, nos aseguramos que todos los ingredientes cumplen con los requerimientos exigidos y podemos evitar contaminaciones cruzadas. Todo ello se hace utilizando la última tecnología.
Tras verificar todo esto, se certifica a la empresa su capacidad para producir halal. Ya solo queda que la empresa elabore un buen packaging y un marketing bien elaborado. Y así ellos pueden vender y nosotros comer golosinas halal.
El segmento de las chuches halal está en alza
El segmento comercial de las chuches halal está en alza dentro del sector de alimentación y bebidas. Y así lo corroboran nuestros compañeros de Instituto Halal que estuvieron en la feria ISM (International Sweets and Biscuits Fair). Este es el evento del dulce más importante de Europa y reúne a las principales empresas del sector.
Al ser un producto de alto consumo, las chuches halal han crecido mucho en ventas especialmente en Europa y Estados Unidos, además de los tradicionales mercados de exportación. En países como Reino Unido o Alemania, los musulmanes se están convirtiendo en clase media y modifican sus hábitos de consumo.
En España, actualmente, tres empresas de golosinas están certificadas por Instituto Halal: Fini Golosinas, Mr Mallo y Sweet People España. Y se han propuesto conquistar nuestro mercado. Con la colaboración de Instituto Halal queremos hacerles llegar vuestras preguntas y confeccionar un FAQ con vuestras inquietudes. ¿Os animáis? Podéis escribirnos al email: salam@verislam.com