Ibrahim Niasse (1900-1975) fue el líder de la tariqa Tijaniyya en el siglo XX. Sabio, walī y figura fundamental para comprender el Islam del siglo pasado. Su visión del islam conjuga la tradición maliki con la influencia subsahariana y el mundo contemporáneo. VerIslam traduce y pone a disposición de sus lectores su khutba (sermón) sobre el ayuno.
Khuṭba onceava – Sobre el ayuno
Bismillāh al-Raḥman al-Raḥīm.
Toda alabanza sea para Allāh quien hizo el ayuno, un jardín para el que es consciente (al-mutaqīn), el mes de ramaḍān lleno de bāraka para los creyentes, un gran beneficio para los siervos (‘ābidīn) y amado por los corazones de aquellos que conocen (‘ārifīn). Y doy testimonio que no hay divinidad sino Allāh y, que ciertamente, Muḥammad es su siervo a quien eligió y envió para toda su creación. Sea el ṣalā y el salām sobre mi señor enviado y líder de la gente consciente de Allāh. Sea sobre su gente y sus compañeros, y sobre todo aquel que le siga en la excelencia (biḥsān) hasta el día del juicio.
¡Oh gentes! Sed conscientes de Allāh como merece, y observadle manteniendo los ojos (murāqaba) hacia quien conoce, pues Él oye y ve. Conoce que, ciertamente, el mejor dicho es el libro de Allāh el Corán y la mejor guía es la de Muḥammad (saws), y el peor extravío es la innovación (bida‘a), pues ese extravío es hacia el fuego. Y dice Allāh ta‘āla: «¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! Se os ha prescrito el ayuno como se les prescribió a los que os precedieron, para que os mantengáis conscientes de Dios» (2:183).
Narra al-Bukhārī en su colección verdadera bajo la autoridad de Abū Huraīra (RA) que ciertamente el mensajero (saws) dijo: «Cualquiera que ayune durante el ramaḍān con imān (arraigo en Allāh) y busque su recompensa únicamente en Allāh, sus faltas pasadas serán perdonadas. Y cualquiera que pase laylāt al-qadr (la noche del poder) en oración con imān y busca su recompensa únicamente en Allāh, Él olvidará sus pecados pasados». También se cuenta al-Bukhārī, que bajo la autoridad de Abū Huraīra (RA) el mensajero de Allāh (saws) dijo: «El ayuno es un escudo. El ayunante debe, pues, abandonar toda relación sexual y todo mal comportamiento. Y si alguien lo agrede o la insulta, debe decir: ¡Estoy ayunando! ¡Estoy ayunando!. ¡Y por Aquél en cuyas manos está mi vida! El olor que proviene de la boca del ayunante es mejor para Dios que el perfume del almizcle. (Y Allāh le dice del ayunante): Deja su comida, su bebida y sus deseos por Mí. El ayuno es para Mí y yo recompensaré por él. La buena obra tiene su recompensa multiplicada por diez».
Y también cuenta el Imam al-Bukhārī bajo la autoridad de Abū Huraīra (RA) que el Profeta (saws) dijo: «Quien quiera que rompa su ayuno en ramaḍān sin una excusa o enfermedad no podrá devolver, aún ayune el resto de su vida». Y cuenta al-Bukhārī (RA) en su cierta colección que dijo el mensajero de Allāh (saws): «Buscad la noche del poder en los últimos diez días de ramaḍān». Nos fue contado por el Imam Muslim (RA) en su colección verdadera que el Mensajero (saws) dijo: «Las cinco oraciones diarias de Juma‘a (oración en comunidad) a Juma‘a, de ramaḍān a ramaḍān es una purificación de aquellas faltas cometidas entre medias, siempre que no sean faltas terribles». Y se nos ha contado a través de Ibn Kuzayma e Ibn Hiban, bajo la autoridad de Salmān (RA), que dijo: «El mensajero de Allāh (saws) nos dijo el ultimo día de Sha’bān: ‘¡Oh gentes! Este mes es auspicioso y os protegerá como un escudo; es un mes cuyas noches son mejor que mil meses; un mes en el cual Allāh nos ha obligado ayunar durante el día y, opcionalmente, a permanecer de pie adorándole durante la noche. Quien haga algo obligatorio será recompensando como si hiciese setenta actos obligatorios en cualquier otro mes. Es el mes de la paciencia, y la recompensa de la paciencia es el Paraíso. Y es el mes de la simpatía con cualquier ser. Es un mes donde el sustento del creyente se incremente y quien alimente a un ayunante llega a la fuente del olvido y está salvo del infierno, y para aquellos que compartan, y esa persona tendrá que la misma recompensa sin que se reduzca.’ Y nosotros dijimos: ¡Oh mensajero de Allāh! No todos podemos alimentar a un ayunante. Y el mensajero de Allāh (saws) replico: ‘Cualquiera puede darle a un ayunante agua para beber o un dátil seco o leche. Allāh le recompensara a él con la bebida de mi fuente, una bebida que hará que nunca jamás se tenga sed hasta que entre al Paraíso. Este es el mes en el cual la primera parte es misericordia, la segunda perdón y el final es la liberación del fuego. Y se disminuye la carga de sus sirvientes en este mes pues Allāh olvida y libera del fuego. ¡Aumentad vuestras prácticas durante este mes! Haced dos para ganar el afecto de vuestro Señor y las otras dos porque no podréis prescindir de ellas. En las dos que buscáis el afecto de vuestro señor atestiguad que no hay divinidad sino Allāh y anheláis su perdón. Las otras dos las cuales las hacéis porque no podéis prescindir pedid a Allāh por el Paraíso y buscad refugio del fuego del infierno».
Y sin embargo, quiera Allāh darnos bendiciones a sus siervos quienes seguimos al mejor de sus siervos, pues ciertamente la conciencia (taqwa) de Allāh es el mejor de los dones. Y como dice ta‘āla en su última revelación: «Y sed conscientes del Día en el que seréis devueltos ante Dios. Entonces, cada ser humano recibirá lo que se haya ganado y nadie será tratado injustamente» (2:281).
Shaykh al-Islām Ibrahim b. al-Ḥājj Abdoulaye Niasse
Jawāhir al-rasāi’l, vol.2, Khuṭba 11, pp. 52-53