El sentido de la RSC en el mercado Halal

Considerar el impacto de la actividad empresarial sobre el entorno social más cercano, respetar el medio ambiente mediante la creación de productos y servicios más sostenibles, tener una política de contrataciones inclusiva con los más desfavorecidos, la promoción de la igualdad o favorecer la integración de los empleados en una sociedad diversa son algunas medidas que exponen la sensibilidad de muchas organizaciones por la RSC.

La RSE o RSC son acrónimos que están de moda y que representan como mínimo lo que siempre hemos conocido como la ética de las organizaciones. Hay empresas, personas, que trabajan especialmente en los ámbitos productivos, comerciales, económicos o institucionales donde, además de verse comprometidos con mayor facilidad los valores más básicos de cualquier negocio, han llegado a la conclusión de que deben devolver a la sociedad parte de lo que han ganado, compartiendo el beneficio de ser parte de un entorno productivo y siendo conscientes de que es una manera justa de compensar los posibles daños colaterales que en un momento dado puedan generar a la sociedad o al medio ambiente.

La RSC, un reto, especialmente para las PYMES

No obstante, a día de hoy queda mucho por hacer para que la Responsabilidad Social sea una realidad mayoritaria en las organizaciones, especialmente en las PYMES. La falta de concienciación, de recursos económicos y humanos son un problema, la desigualdad salarial, la paridad o la competencia desleal también influyen en la problemática, tal y como diariamente escuchamos en distintos medios. Sin embargo, hay otros aspectos que pasan más desapercibidos y que parecen de menor importancia, como por ejemplo los relacionados con la integración de la diversidad cultural, religiosa o sexual de los empleados.

La inclusión de la diversidad religiosa en las políticas de la RSC

RSCEn este sentido la Responsabilidad Social debe contemplar también la diversidad religiosa como parte de su estrategia de desarrollo, no porque suponga un creciente nicho de mercado, que también, sino porque la práctica religiosa influye directamente en el bienestar de los empleados de una empresa y consecuentemente en la productividad de la organización. Solo en España existen hasta ocho confesiones de Notorio Arraigo, lo cual pone de manifiesto la importancia y las dificultades que tienen las empresas y organizaciones en general para gestionar y potenciar positivamente esta diversidad.

Los trabajadores musulmanes integrados son más productivos

En el caso de los musulmanes, si pueden hacer la oración, si pueden celebrar las festividades, si pueden tener un horario adaptado en Ramadán y si pueden acceder a un Menú Halal entre otras cuestiones, su nivel de compromiso con la organización y su sentimiento de pertenencia y vínculo como parte activa de la misma es claramente creciente cuando se dan estas circunstancias. No se trata de tener más derechos o privilegios por pertenecer a una confesión determinada sino de contemplar la diversidad religiosa de los empleados y potenciar su práctica espiritual y religiosa como un elemento estratégico que tendrá repercusiones positivas sobre la organización.

En este sentido los trabajadores musulmanes son como cualquier otro trabajador, si los fidelizas tendrás a unos empleados satisfechos y comprometidos, con ganas de producir más y dispuestos a implicarse en mayores responsabilidades, sobre todo cuando aparezcan algunas dificultades inherentes a toda organización. No obstante, la Responsabilidad Social basada en la diversidad religiosa no sólo debe centrarse en los empleados sino también en otros aspectos, como el impacto de la actividad empresarial en la comunidad local. Hay aspectos muy interesantes como organizar visitas a las empresas y de las empresas a la comunidad, brindar información y formación a los consumidores finales o felicitar las festividades más significativas como el final de Ramadán, la festividad del cordero o el nacimiento del Profeta Muhammad (PyB).

La certificación Halal abre la puerta a la RSC islámica

Aunque se contempla como una posibilidad lejana, la potencial integración de la Responsabilidad Social en los esquemas de Certificación Halal puede potenciar la creación, transformación y mantenimiento de empresas más éticas, sostenibles y responsables. Además, también puede propiciar la incorporación de los valores Halal en industrias consideradas actualmente como fabricantes de productos Haram. Me pregunto aquí si puede ocurrir que la Responsabilidad Social Empresarial sea un elemento que propicie una especie de “Istihala”, transformando las empresas tóxicas o de riesgo en empresas sostenibles y beneficiosas para sus accionistas, pero también para el conjunto de la sociedad.

Los consumidores deben ser una parte activa 

Si vamos hasta el fondo de la cuestión, en este mundo globalizado con una creciente presencia tecnológica, donde todos somos clientes, usuarios y consumidores de multitud de productos y servicios, la Responsabilidad Social es un concepto que nos atañe a todos, también a los consumidores, que son el último, pero muy importante eslabón de la cadena. Nadie puede ni debe mirar hacia otro lado porque están en juego muchos aspectos que pueden influir en el medio-largo plazo en el bienestar de las personas en una sociedad cada vez más consciente y exigente en un cumplimiento ético integral, en el cual no vale poner parches ni soluciones cortoplacistas, sino medidas reales y consecuentes con la realidad y el mundo en el que vivimos.