Esta pasada semana la comunidad hindú́ española ha celebrado Diwali, también llamada fiesta de las luces. En ella se celebra el retorno del príncipe Rama (avatar de Vishnú) y de la princesa Sita a la ciudad de Ayodhya después de haber vencido al malvado demonio Ravana. El triunfo del bien sobre el mal, del orden sobre el caos, y de la luz sobre la oscuridad.
En este contexto, desde Junta Islámica y VerIslam queremos felicitar a la comunidad hindú́ española, y en concreto a la Federación Hindú́ de España (FHE), en uno de los días más importantes para los creyentes de esta confesión.
Nos agrada profundamente compartir con la Federación Hindú́ de España la búsqueda de una España aconfesional y diversa. Es una tarea de todos los españoles y españolas buscar la mayor diversidad y normalización del hecho religioso. La constitución de esta federación supone un gran paso para todos aquellos que anhelamos la normalización e igualdad de la diversidad religiosa en nuestro país. Por eso, e igualmente, saludamos y felicitamos a su presidente Juan Carlos Ramchandani y a toda su Junta Directiva.
Por otra parte, no podemos dejar de compartir la alegría que sentimos por la fiesta de una confesión histórica, de grandes valores y que ha tenido un gran intercambio cultural y social. Hinduismo e Islam han sido confesiones hermanas y vecinas durante muchos siglos: en las acciones del Sultán Akbar, en los poemas bhaktis de Kabir y Laleshwari, compartiendo ritualmente las aguas del Ganges y de Yamuna o en las traducciones de las Upanishads del príncipe Dara Shikoh. Y prueba de ello son los versos del gran poeta sufí́ bhakti Shah Jo que dice:
Las rodillas de los sannyasis son como el Monte Sinaí.
Quienes renuncian no llevan con ellos el ego a Oriente.
Los yogis se visten con un manto de misterio.
Se cubren de arriba a bajo envueltos en lo divino.
(Risālo, 18:49)
Shah Jo, que vivió durante el siglo XVIII en el Sindh, representa ese espíritu de convivencia en el que yoguis conviven con sufís, y sus cantos alaban la trascendencia del Universo. Cuan importante es volver a su ejemplo en tiempos como en los que vivimos.
La belleza y la búsqueda de lo trascendente son premisas básicas de una buena convivencia, más allá de odios y sinrazones que en otros momentos han enturbiado las relaciones islamo-hindúes. Hoy tenemos que retomarlas para buscar un mundo mejor y donde la verdad prevalezca sobre la apariencia.
Siguiendo el ejemplo de Rama y de Akbar, busquemos puentes, ayudémonos, venzamos a los demonios, construyamos juntos y alcancemos la liberación de lo evidente. Solo así cumpliremos la grandeza del “recto sendero” en el que enmarcamos nuestro camino espiritual.
Por eso, desde Junta Islámica ofrecemos, desde ahora, nuestra más sincera colaboración y ayuda a la Federación Hindú de España para trabajar por un mundo más justo y más plural.
¡Feliz Diwali!