“Con la comida no se juega”. Esta breve expresión que todos hemos podido escuchar en repetidas ocasiones durante nuestra infancia, no es baladí. Tampoco en esta época donde la industria alimentaria se ha sofisticado y existe una amplia diversidad de consumidores que por motivos de salud, práctica religiosa o por cuestiones de preferencia en el sabor, eligen unos alimentos u otros.
El mercado Halal no es una broma y el menú Halal tampoco
España el mercado Halal tampoco es ningún juego pues supone el acceso a un importante flujo comercial global de más de tres billones de euros y que crece cada año en sectores tan estratégicos como la alimentación, el turismo o la cosmética puesto que el término Halal.
Halal es una palabra mencionada en diversas ocasiones en el Corán, se entiende como un concepto global que hace referencia al conjunto alimentos, cosas y conductas que son permisibles, buenas y recomendables para los seres humanos y el medio ambiente según los criterios establecidos por el propio Corán, la Sunnah del Profeta Muhammad y las distintas escuelas de jurisprudencia islámica.
La ley española es clara: El menú Halal es un derecho
Pero más allá del mercado que supone, el acceso a la alimentación Halal es un derecho recogido en los Acuerdos de Cooperación entre el Estado y la Comisión Islámica de España (Ley 26/1992). En el citado Acuerdo, en su artículo 14, indica entre otros el derecho de los estudiantes musulmanes a disfrutar de un menú adecuado a los preceptos islámicos en los centros docentes públicos y privados concertados.
Artículo 14.4: “La alimentación de los internados en centros o establecimientos públicos y dependencias militares, y la de los alumnos musulmanes de los centros docentes públicos y privados concertados que lo soliciten, se procurará adecuar a los preceptos religiosos islámicos…”
¿Cual es la raíz del problema del Menú Halal?
Pero entonces ¿cuál es el problema para que no haya una opción de menú Halal en la mayoría de los centros educativos públicos y concertados? Aunque la Ley es clara en este sentido algunos centros escolares aún no atienden esta necesidad esgrimiendo que la Ley les insta sólo a procurar hacerlo.
Cuando miramos en la RAE el verbo procurar, se define como: “hacer diligencias o esfuerzos para que suceda lo que se expresa” y siendo que en la actualidad existen más de 400 empresas productoras de alimentos certificados Halal, distribuidores y puntos de venta que permiten abastecerse de las materias primas necesarias para procurar, además sin excesivos esfuerzos, un menú Halal, adecuado a los preceptos religiosos islámicos.
Quizá, como en toda Ley, para facilitar su implementación, no sería nada desdeñable la publicación de un Real Decreto, algún tipo de Reglamento o documento similar que permita aclarar estos detalles y atender una necesidad que a su vez es un derecho.
La polémica social y el uso partidista de un derecho
Más allá de los aspectos legales existen varias cuestiones sociales, que emergen normalmente en el seno de las AMPAS y de algunos partidos políticos, generando una amplia difusión de información confusa cada vez que los padres de los alumnos musulmanes solicitan la opción de alimentación Halal en el colegio. Una de ellas, totalmente falsa y que fomenta la islamofobia, señala que con esta reivindicación los musulmanes pretenden que todos los niños coman menú Halal.
Nada más lejos de la realidad pues la reivindicación es clara y sencilla: cumplir con la Leypara garantizar un menú Halal a los estudiantes musulmanes que así lo soliciten, pues cabe recordar que hay una cuestión formal y es que los padres deben de solicitar el Menú Halal cuando cumplimentan la matrícula escolar, al igual que la educación religiosa.
Otro asunto que levanta polémica cada vez que un colegio avanza en la posibilidad de ofertar la opción de menú Halal es la errónea idea que tienen algunos padres musulmanes de que en estos comedores les engañan a sus hijos y les dan cerdo por pollo. Es posible que algunas sopas o algunos postres lleven derivados del cerdo o que en algún desayuno haya jamón, pero eso no quiere decir que los niños musulmanes consuman dicho alimento y siempre debe haber una alternativa. En este sentido es responsabilidad de los padres informar adecuadamente al colegio sobre estas cuestiones y exigir su derecho de manera normalizada.
Una solución es posible para el menú halal.
Aunque mediáticamente se suelen destacar los casos más polémicos lo cierto es que multitud de comedores escolares en España ya ofrecen la opción de un menú Halal diariamente a sus alumnos musulmanes sin que ello suponga ningún conflicto social y sin vulnerar el derecho de los demás alumnos.
Es responsabilidad de todos, políticos, centros docentes, caterings y padres alcanzar una solución que permita el cumplimiento de la Ley y satisfaga a todas las partes. Aunque este camino no es sencillo, dado que las competencias en materia de Educación están transferidas a las CCAA, con buena voluntad y una política inclusiva de la diversidad seguro que una solución es posible.