Es maravilloso como Allah planea y armoniza nuestros asuntos detalle a detalle, avivando cada átomo de nuestro ser.

Incluso cuando creemos estar perdidos o sin fuerza para sostener nuestros alientos, ahí está Él: te das cuenta de que no eres nada ni tienes poder ni fuerza sino con Él. Te refugias y le abrazas con tu fe porque comprendes que desde las profundidades sólo Él puede alzarte a la luz.

¿No es maravilloso que Allah armonice nuestros asuntos, absolutamente todos, con el fin último de acercarnos a Él? -Todo lo que hacemos en esta vida, es aprendizaje y educación para nuestras almas-.

Tan maravilloso que cada cierto espacio de tiempo nos envía obstáculos, pérdidas, ausencias, apretones, azotes… para ablandar nuestros corazones; y abrazar las profundidades, pudiendo sentir que quien está más alto, es Él. Allah, siempre.

Hasta en aquellos momentos en los que creíste acariciar las nubes, enfatizándote con superioridad ante otros, humillando sin alma y abrazando tu ego ; ahí está Allah. Te abraza con sus mejores planes y obstáculos, no para subestimarte ni mucho menos para dañarte, sino para sacudirte el alma de todo mal y embellecer tu mente con las mejores intenciones.

Aún teniendo el ego por el cielo, la avaricia en tu mirada, la prepotencia en tus actos, la envidia y el rencor en tus gestos… A pesar de todo ello, Allah siempre te ofrecerá la oportunidad de ventilar tu alma, airear tu mente y amueblar tu interior con el más puro ser que llevas dentro.

Porque, queridas almas, nuestro ego, avaricia, rencor, humillaciones a otras, críticas punzantes, envidia, prepotencia, orgullo y demás expresiones desgarradoras; no son más que medios para dañarnos a nosotros mismos. Para alejarnos de la misericordia de Allah, de Su guía y Su sosiego. Nos destruimos creyendo ganar una guerra inexistente.

Y como nos hace llegar Allah, El Altísimo, en su libro sagrado:

«وَالَّذِينَ يَجْتَنِبُونَ كَبَائِرَ الْإِثْمِ وَالْفَوَاحِشَ وَإِذَا مَا غَضِبُوا هُمْ يَغْفِرُونَ * وَالَّذِينَ اسْتَجَابُوا لِرَبِّهِمْ وَأَقَامُوا الصَّلَاةَ وَأَمْرُهُمْ شُورَىٰ بَيْنَهُمْ وَمِمَّا رَزَقْنَاهُمْ يُنْفِقُونَ * وَالَّذِينَ إِذَا أَصَابَهُمُ الْبَغْيُ هُمْ يَنْتَصِرُونَ * وَجَزَاءُ سَيِّئَةٍ سَيِّئَةٌ مِثْلُهَا ۖ فَمَنْ عَفَا وَأَصْلَحَ فَأَجْرُهُ عَلَى اللَّهِ ۚ إِنَّهُ لَا يُحِبُّ الظَّالِمِينَ».

“para quienes evitan los pecados graves y las obscenidades, y cuando se enojan saben perdonar; * para quienes responden a su Señor, cumplen con la oración prescrita, se consultan para resolver sus asuntos y con lo que les he concedido hacen caridades, * . y cuando son víctimas de una injusticia son solidarios unos con otros [para restablecer la justicia]. * La ofensa debe ser retribuida por una pena equivalente, pero quienes sepan perdonar serán recompensados por Dios. Él no ama a los injustos.”

[ Versículos del 37-40, Ash-Shurah]

Si Allah te abraza dolorosamente, revisa la pureza de tu alma y de tus actos; pues no hay abrazo divino que para la reforma/fortalecimiento de la fe no venga.

El abrazo divino